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12,26 €Un polvoriento dÃa de verano llaman al doctor Faraday a Hundreds Hall, la mansión de los Ayres, en el desolado centro de una Inglaterra de posguerra que está cambiando aceleradamente. Faraday ya habÃa estado allà cuando era un niño y su madre era una de las criadas de la casa. Y se habÃa colado en las regias habitaciones, y, fascinado por tanta belleza, habÃa roto una moldura de los artesonados de un corredor y se la habÃa llevado. Ahora, gracias a los sacrificios de sus padres, es médico, aunque con una posición social no muy cómoda en el rÃgido sistema de clases inglés, y piensa que esta visita es un golpe de suerte. Pero Hundreds Hall ya no es más que la sombra de sà misma: las tapicerÃas cuelgan en jirones, la carcoma se ceba en el interior de la casa y las malas hierbas arrasan los jardines. La señora Ayres aún es una señora elegante, que mantiene como puede su dignidad. Roderick, su hijo, ha vuelto de la guerra cojo y enfermo. Se ocupa como puede de la casa y de la hacienda, y va vendiendo las tierras y la familia se va comiendo el capital. Su hermana Caroline, independiente, excéntrica y masculina, ha tenido que volver a Hundreds Hall para ayudarlo. Pero los Ayres han llamado al doctor Faraday para que se ocupe de Betty, la joven criada de catorce años, que quizá sólo está enferma de miedo, aterrorizada por aquello que percibe en la casa. Porque siempre son los niños y los animales los primeros en advertir lo siniestro. Y aunque nadie la cree, en Hundreds Hall se oyen ruidos inexplicables, se ven sombras fugaces y marcas de fuego en las paredes, y las cosas más familiares pueden volverse atrozmente perversas...
«Una novela estupenda... Una notable incursión en el género» (Miguel Artaza, El Correo Español).
«Si lo que buscas es un "libro-cepo", de esos que te enganchan y de los que no hay quien se zafe hasta el final, hazte con El ocupante de una Sarah Waters grandiosa» (Sonia Rueda, 20 Minutos).